contexto:

EL CONTEXTO:

En el año 2012 trabajé en un proyecto visitando patios de dos vecinas de Sierras Bayas.( localidad cercana a Olavarría)
Tal vez casualidad, prefiero pensar en sincronía, Tota y Rosita, además de mostrarme sus flores y canteros, abrieron baúles y cajones para compartir conmigo bordados realizados por sus madres y también por ellas mismas.
De esta complicidad feliz y laboriosa, nace Archivo Broderie.

en Sierras Bayas, octubre 2012

en Sierras Bayas, octubre 2012
Con Tota , mates y conversaciones sobre manteles y puntillas. Atrás Daniel Fitte tomando nota..en Sierras Bayas, octubre 2012
¿Qué es ARCHIVO BRODERIE?

Es una práctica de investigación artística que busca revalorizar los saberes relacionados con el bordado y la costura. Propone el registro y el vínculo como herramientas de aproximación a un mundo más amplio que incluye la revisión del rol femenino y la actualización de la memoria emotiva. Busca provocar el acceso a la memoria emocional por medio de la percepción de piezas bordadas o tejidas.


Nilda: bordadora y archivera

Nilda borda desde hace muchos años y usa este lenguaje para construir su obra; también se rodea de elementos y materiales que conforman este mundo ( hilos, agujas, piezas bordadas, libros, instrucciones para ejecutar bordados). Intenta entonces, con Archivo Broderie, poner en juego la relación de  sus haceres como "bordadora" y "archivera", generando instrumentos descriptivos que faciliten al espectador el abordaje de los datos que han sido compilados.<div>Conforman este proyecto más de 300 piezas que incluyen entre otras, una serie de fichas que se van completando durante los encuentros de Archivo Broderie.

La metodología de estos encuentros cosiste en generar espacios de intercambio de saberes. las personas asisten llevando consigo piezas, comparten los relatos que ellas les evocan y completan de puño y letra una ficha con los datos técnicos y anecdóticos. En simultáneo unx fotógrafx retrata a las personas junto a esas piezas. Las impresiones de las fotografías  se pegan en las fichas correspondientes.

 En estas instancias se exhiben las fichas que ya fueron completadas, y algunos otros elementos: bordados, costureros, fotografías, textos, que generan el contexto apropiado para activar la memoria emotiva.

Todas estas piezas se incluyen en un inventario en el cual la artista cataloga, de modo técnico, permitiéndose licencias poéticas. Se observan características, orígenes y anécdotas, así como también tipos de soporte y estado de conservación.

Documentar los haceres particulares de cada región alimenta este proyecto, hace circular saberes y genera vínculos entre personas y materialidades.

Este proyecto se realizó en las siguientes ciudades: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Bahía Blanca, San Miguel de Tucumán, Mar del Plata, Corrientes, San Martín de los Andes, La Plata y Rosario.

Su espíritu indica que seguirá viajero, nutriéndose de las cualidades de cada lugar en el que se detenga a crecer.



Voces colectivas que construyen territorios

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Durante el mes de agosto de 2017, el Archivo Broderie formó parte de la muestra Coleccionistas, realizada en el Centro de Arte Contemporáneo La Casona de los Olivera (Parque Avellaneda) con curaduría de Laura Romano. La propuesta curatorial reunió proyectos que aportaban distintas miradas sobre el coleccionismo, haciendo eje en las estrategias, métodos de clasificación, recortes de realidad y cánones de valoración. Artistas coleccionistas: archivistas, obsesivos y apasionados; Amantes de lo inútil, fetichistas incorregibles, detectores de semejanzas que se adjudican la tarea minuciosa e infinita, de reorganizar las reglas de la realidad.
Nilda Rosemberg reunión para esta ocasión el Archivo Broderie con obras textiles también de su autoría. Con cuidadoso y reflexivo método, desplegó en la sala las diferentes capas que conforman y dan cuerpo a su particular colección: fichas, cuadros de clasificación, inventarios, herramientas, materiales, registros fotográficos y piezas del catálogo textil. Un amoroso mapa de afectos e historias donde se bordan, cosen y documentan los saberes y la herencia del oficio textil. La memoria afectiva es la pieza clave de esta bella colección, que nos permite recuperar nuestras experiencias individuales y colectivas desde el hacer, y reencontrarnos con aquellos gestos que nos aúnan como comunidad.

Laura Romano, Centro de Arte Contemporáno La Casona de Los Olivera. CABA.
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Desde Fundación Lebensohn, tuvimos el placer de albergar al “Archivo Broderie”, en el marco de la muestra colectiva "La memoria duerme en la yema de los dedos", que contó con la curaduría de Herminda Lahitte.
Fue un momento único, sin tiempo, que dio lugar a un ejercicio de apertura hacia múltiples sensibilidades.
Desde nuestro lugar, como institución que promueve y gestiona diferentes proyectos culturales, creemos que aportar visibilidad a experiencias transformadoras como esta, habilita espacios de intercambio para un entramado de voces diverso en un mundo donde es urgente poder pensar, decir y actuar.    
Agradecemos a la artista Nilda Rosemberg por sumarse a este camino. 

Luz Marccio, Verónica Kaplansky. Fundación Lebenshon. CABA. 
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Archivo Broderie en Rosario o El día que Nilda nos visitó

Nilda vino porque la invitamos y a nosotros –SUBescuela- nos invitó el Macro. La propuesta consistió en ocupar el museo con diferentes espacios de formación  que se ubiquen en los márgenes de lo “estrictamente artístico”. Nilda vino a coser. 
La muestra que organizamos desde SUBescuela se llamó “Formación Oblicua” y duró unos cuatro meses. El último taller, titulado: Remendar Ropa, estuvo a cargo de Nilda.
Con ella también vino su colección de costuras con historia, su Archivo Broderie. La propuesta era que quien guste se acercara a registrar algún bordado que podría ser propio o ajeno, pero siempre con relato de vida. Primero se realizaría el taller y más tarde, se ficharían las prendas producidas.
Aquel día, asistiéndola en el despliegue de su archivo, llenamos las paredes de la planta baja con implementos decorativos varios, todos hechos en base a hilo y aguja. Entre pespuntes, cadenetas, festones y punto cruz, los fragmentos de telas hablaban de las manos que al moverse con ritmo les dieron existencia. En el muro del fondo cantidades de fichas daban cuerpo al archivo, detallando en escasos renglones  la procedencia geográfica de cada bordado, su creador y detalles técnicos particulares. En el margen superior izquierdo, una pequeña foto exhibe a la pieza junto a su dueño.
 La convocatoria fue un éxito. A pesar de las fervientes lluvias que regaban las márgenes del río y el frente del museo, al interior del 6º piso unos diez o veinte pares de manos se movían atravesando telas con agujas, ajustando hilo a sus fibras. Al finalizar el taller, ya con su prenda remedada, cada uno de los asistentes fue acercándose a Archivo Broderie para dejar registro de la nueva producción: un ente híbrido, ni viejo ni nuevo, ni usado ni a estrenar. Una pieza textil reviviendo como un gato después de perder alguna de sus siete vidas.

SUBescuela ( proyecto colectivo). MACRO, Rosario.
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BORDANDO EN EL PARQUE

En el marco de su residencia en el taller de AyniLab, Nilda Rosemberg dictó el taller Bordando en el parque, en la Casona de los Olivera, en el Parque Avellaneda de la Ciudad de Buenos Aires.
Se compartieron técnicas básicas de bordado como el punto yerba, punto cadena y sus variantes, punto relleno y punto cruz. El taller fue abierto a todo público.

Archivo Broderie

Es un catálogo abierto al registro de piezas y objetos relacionados con el bordado y la costura.
El proceso consiste en hacer un registro fotográfico y una ficha informativa de cada objeto que traen los visitantes para que queden como un recuerdo permanente de la visita.

AyniLab, Parque Avellaneda. CABA.
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QUE NO SE BORRE ESA MEMORIA BORDADA

Llegué antes al Hormiguero, sugestivo y coincidente nombre.
Nilda Rosemberg, una muchacha joven de sonrisa generosa, me recibió radiante. Vuelco las palabras con que comienza su blog:
“Hace aproximadamente dos años, en el marco de la residencia La Cantera, coordinada por Diana Aisenberg, trabajé en un proyecto visitando patios de dos vecinas de Sierras Bayas.
Tal vez casualidad, prefiero pensar en sincronía, Tota y Rosita, además de mostrarme sus flores y canteros, abrieron baúles y cajones para compartir conmigo bordados realizados por sus madres y también por ellas mismas. De esta complicidad feliz y laboriosa, nace Archivo Broderie.
Este proyecto comenzó en Mi Micromuseo, en C.A.B.A, continuó en Casa Escópica, Bahía Blanca, paseó por El Pasaje en Tucumán, llegó a El Querido en Mar del Plata y ya casi desembarca en Limbo arte contemporáneo, en Corrientes. Su espíritu indica que seguirá viajero, nutriéndose de las cualidades de cada lugar en el que se detenga a crecer.” Nilda Rosemberg 
Comencé a recorrer a su lado, en una pared los antiquísimos retazos, verdaderas obras de arte, cada uno con su historia, tal vez nunca contadas. Una mesa con cajas derramando retazos, telas finísimas, tules, labores que se practicaban en tantos colegios, en las clases de manualidades. Enseñando puntos, colocar un botón, cómo sulfilar (zurcir)… palabras que no uso desde hace cincuenta o más años.
En otra pared, fichas colocadas una al lado de otra, con foto de los autores o dueños de un bordado y un relato de cómo lo habían hecho o quién, historias mínimas y tan fuertes.  Cientos… flores en un mantel individual y su servilleta en composé; bordados en exóticas piezas únicas, en trajes carnavalescos, jugando con espejos, perlas, piedras… Tapices preciosos que hablaban por sí solos de lo meticuloso y amoroso de su trabajo.
Dos mesas en el centro, con revistas antiguas, casi vacías, y sillas a su alrededor esperándonos.
Luego conocí a Anahí, artista textil. Organizadora de este Festival de Experiencias textiles.
Su convocatoria comenzó el año pasado, en la CABA.
“Este es el segundo”, contó. “Comenzó este año en El Hilo Rojo, Vicente López, y cierra acá en La Plata”. Conversábamos y comenzaron a entrar abuelas, jóvenes y niñas con bolsas y cajas. Al abrirlas mostraban sus tesoros en la gran mesa que esperaba casi vacía, era para ellas.
Una paleta de colores inmensa dibujaban los hilos de seda, algodón, lanas de diversos grosores, encajes, perlas, en vestido de novia, cubrecamas bordado en cintas.
Violeta Parra y sus arpilleras bordadas revivieron en las manos de Leonor junto a lo inspirado en una imagen de un pintor europeo.
Lucrecia con su muñeca hecha por la abuela. Alejandra con un pañuelo bordado por su madre. “Muñeca Gaucha”, hecha por su dueña, réplica de cuando ella tenía diez. Con un poncho en el que bordó: “La ternura empieza a derretir mi corazón”.
Rosana, una jovencita, llegó con una Enciclopedia: “Ouvrages de dames”, de Therese de Dillmont, centenaria colección de DMC, comprada entre libros que estaban en una vereda, con todas las variedades de encajes, bordas, puntillas, inimaginables…
Y antes de irme, Inés Castelli desplegó sus retazos, con bordados sublimes, como su significado en un intercambio con una amiga brasilera.
Todo es ínfimo contar, este proyecto de mujeres que no desean se borre esa memoria bordada.
Todo hecho a pulmón, por iniciativa propia, gratuita. Legados que ellas fijaron como meta: proteger.
No hay palabras para la emoción y el calor que emana de estas amantes de “Archivo Broderie". Amor al arte por artistas textiles exquisitas que van recorriendo nuestro país, recopilando telas, tejidos, hilados, labores manuales, de hombres y mujeres dedicadas a bordar la vida. Un trabajo de Hormigas verdaderamente…

Cruz del Carmen. Espacio cultural El hormiguero. La Plata.
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Archivo Broderie
El cuerpo del artista

En 2015, recibimos en nuestra ciudad, a Nilda Rosemberg, quien arribaba con dos propuestas diferentes pero complementarias.
La primera fue la convocatoria abierta al público de su proyecto “Archivo Broderie” para compartir y registrar piezas bordadas y elementos relacionados con el bordado y la costura.
El sitio elegido fue la explanada Alte. Brown, del Teatro  Auditorium de Mar del Plata, el día viernes 27 de marzo a las 16 hs. Con mate y tecitos de por medio se pudo cumplir el objetivo de  compartir y registrar estas piezas. 
El día de realización fue el viernes 27 de marzo de 2015 a las 16 hs. con entrada libre y gratuita.
La convocatoria se llevó a cabo desde las redes sociales, y la colaboración en la difusión de “La caja en radio” y el diario La Capital de la ciudad, con resultados muy satisfactorios dada la cantidad de personas que se acercaron con sus bordados y sus historias.

El taller intentó y es posible arriesgar que así sucedió, brindar herramientas para un anclaje más profesionalizada de la obra, tanto desde el pensamiento como desde la acción.
También es posible aventurar la idea de que, los temas desarrollados y la modalidad de los mismos, incentivó a los asistentes a plantarse de un modo más activo, brindando las herramientas necesarias para poder comenzar a hacerlo.
Como experiencia personal, consideramos que Nilda Rosemberg, desarrolló una tarea profesional destacable, tanto desde la organización como desde la convocatoria, y el programa propuesto, lo consideramos amplio y abarcativo.
 
Josefina Fossatti / Claudio Roveda. Organizó:  El querido / arte contemporáneo . 
Explanada del Teatro Auditorium. Mar del Plata.
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La obra de Nilda es dulce y accesible, es emotiva y cálida, y a su vez sincera y comprometida. No es pretensiosa, no corre ni salta: se mueve paso a paso y crece, se nutre del interlocutor. 
La obra de Nilda es exactamente como ella,  y en Archivo Broderie, comulgan todos sus atributos.
Tuvimos algunas actividades antes de Archivo Broderie: charla abierta al público, taller de dibujo y bordado, visita a museos y a talleres, reuniones con artistas locales. Pero ese sábado en que misteriosamente el cielo se abrió contra todo pronóstico en la costanera correntina, pasó otra cosa, otro tipo de intercambio. Y es que Nilda propicia eso: con ella no se teme exponer las emociones o ser juzgado; empieza por abrirse ella misma al otro, e invita a entrar a otra zona, en que el vinculo es sincero y el relato, cual fuera que sea, es valioso.
Archivo Broderie, como ella misma suele describir, es un proyecto activador de memorias. Una propuesta para compartir con conocidos y desconocidos un relato personal, un recuerdo, o acaso la construcción de un recuerdo. Nos interpela desde la horizontalidad, desde lo que no se cuenta con la imagen. Así, nos ponemos a pensar en todo lo que un bordado carga consigo, y nos ponemos a debatir sobre nuestra propia concepción de bordado. 
Archivo Broderie nos permite pertenecer, ocupar un lugar -con número propio- en algo que nos excede (y a Nilda misma, por su condición de imprevisible). Nos propone hablar de nosotros a través de nuestros objetos, de los que produjeron estos objetos y sus historias. Nos obliga a abrir cajones y placares, desempolvar cajas, a hablar en la sobremesa familiar de los hallazgos, del paso del tiempo, de los seres queridos, de los que ya no están, de las cosas que perdimos o dejamos atrás.
Archivo Broderie activa memorias, y las deja latentes a la espera de otro, que en algún otro pueblo o ciudad, recuerde que también la abuela le bordaba las servilletas del jardín, que vio una carpetita de ñanduti en algún viaje que hizo al Paraguay, o que había sido que sí, en algún momento de la vida había agarrado aguja e hilo para decir algo.

Julia Rossetti. Limbo arte contemporáneo., junio de 2015, Corrientes.
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Desbordar Bordados

Proyecto “Broderie” no es un archivo itinerante de registros anecdóticos. Como un rizoma va desplazándose cada vez que Nilda Rosenberg decide que la puntada se entrelace con un territorio. Así llegó y llegué a Casa Escópica. Fui con un mantel individual que bordé unas vacaciones de verano en mi adolescencia y, al tener que escribir una ficha, detenerme a recordar, ordenar las palabras, me encontré en medio de una densa madeja de imágenes propias y de otras personas que también habían respondido a la convocatoria. Entre puntos y colores, en nuestros relatos aparecieron madres y abuelas, modelos femeninos cristalizados por las costumbres: mujeres que habían bordado ajuares para casarse, pero también otras que con sus bordados “para afuera” conseguían independencia económica desde sus casas. ¿Labor individual o práctica grupal? ¿Actividad conventual, familiar, de taller? ¿Por qué algunas dibujaban con hilos en telas delicadas y otras remendaban bolsas de arpillera? ¿Podían optar? ¿Quién pagaba los materiales? ¿Cuál era el costo de esa manualidad? ¿Quién(es) disfrutaba(n) los productos terminados? ¿Quién decidía formas y colores? Los manteles, sábanas, vestidos y carpetitas compartidos daban cuenta de una mirada estética limitada por la selección de modelos preestablecidos, de una práctica que reproducía en esos modos de hacer el reducido espectro de opciones vitales. No siento nostalgia, prefiero la creatividad de las numerosas diseñadoras actuales.  Me gusta la ruptura conceptual impulsada por estos objetos bordados.  Disfruto el diálogo que favorecen, cuestionar los estereotipos. 
Proyecto “Broderie” es en sí mismo un bordado plural, una construcción con hilos discontinuos que nos entrelaza, anuda y deja cabos sueltos.  En mi caso, fue una experiencia que yuxtapuso distintas temporalidades: el momento en que se realizaron esas cosas, el que configuramos con nuestros intercambios, el de los registros fotográficos proyectados virtualmente en una red social. Mirar la imagen de una caja con el logo de Adidas y madejas multicolores en su interior, me remite a una industrialización que no había tenido en cuenta al poner en foco la actividad artesanal. Me pregunto cómo sería una puntada de este proyecto en Coronel Suárez con la participación de las trabajadoras que bordan el logo de las zapatillas en condiciones laborales precarizadas, articulando las historias singulares con las economías regionales en el marco del mercado global. Sigo observando: los hilos, ¿serán “Industria Argentina”? Recuerdo la marca DMC, la explosión demográfica de Mulhouse en el siglo XIX por la ampliación de la fábrica alsaciana;  pienso en la primera mundialización capitalista e imagino cajones llenos de hebras de colores cruzando el océano; hago un nudo de muerte y dolor en 1914. 

Diana Ribas, Casa Escópica arte contemporáneo. Bahía Blanca agosto 2014.
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Eso de bordar, pasar horas sentadx con un bastidor, hilos y aguja atravesando infinitas veces, casi automáticamente, telas, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, meticulosamente, no es para cualquiera. Sin duda requiere un disfrute y un sentimiento particular, de un placer estético por esta forma de producir.
He visto durante años bordar a mi mamá, no lo hacía de manera constante pero si lo hacía en sus ratos libres. Bordar esa un recreo muy gozoso para ella. A mi abuela la he visto bordar más. Ella si pasaba mucho tiempo sentada adornando tules y telas hermosas, tejiendo randas, como buena monteriza.
He visto bordar pocas personas y eso siempre me ha llamado la atención. Bordar es una actividad solitaria.
Archivo Broderie es un proyecto que registra y expone bordados de distintas geografías y sus historias. Nilda Rosemberg llegó a Tucumán, en el caluroso noviembre de 2014, con ganas de realizar ese proyecto.
Nos juntamos en la Plaza San Martín una tarde y convocamos  a todas aquellas personas que quisieran formar parte del proyecto, que llevaran sus bordados. Nos encontramos con nuestros bordados y nuestras historias, pudimos conversar, conocernos y aprender.
Archivo Broderie sigue su ruta, comandado por Nilda, pero por aquí en Tucumán, dejó abierta una puerta de unión y de encuentro entre lxs bordadorxs que formamos parte de este “acontecimiento”, se ha fundado un diálogo y quizás en algunas oportunidades, el bordado ya no sea más una actividad solitaria.


Juan Grande. Le Pasaje, espacio de arte periférico. San Miguel de Tucumán.
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Olor tacto
energía apaciguada que persiste para despertar con fuerza, y  despierta esa capacidad irreverente de recordar.
Nostalgia
de algo que no va volver a suceder al menos de la misma forma. Nostalgia de algo que va volver a suceder al menos en el recuerdo.
Puntada
herida rememorada que ya sanó y permanece vibrante en su victoria.
Registro
fuentes sensoriales que transportan a una eterna presencia.

 Jimena Brescia, Mi MIcromuseo, CABA, barrio de Flores, febrero 2014.





              

algunas de las piezas registradas en el encuentro de Mar del Plata

algunas de las piezas registradas en el encuentro de Mar del Plata